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El Estado de Nicaragua ha garantizado la protección y promoción de la Diversidad Cultural

La Nación Nicaragüense goza de una historia cultural y tradición ancestral antigua, heredada de generación en generación, y que es parte de la forma en que los ciudadanos visualizan sus decisiones y colaboran en la construcción de una cultura de paz y de respeto por los derechos humanos.

La Constitución Política y las leyes nicaragüenses han experimentado una serie de modificaciones para plasmar claramente los derechos de las comunidades originarias y afrodescendientes, en su lucha por mantener y compartir todo lo que concierne a su cultura heredada por los ancestros originarios de Nicaragua.

La Constitución Política de Nicaragua reconoce la existencia de los pueblos originarios y afrodescendientes, que gozan del derecho a mantener y desarrollar su identidad y cultura, tener sus propias formas de organización social y administrar sus asuntos locales, además garantiza para todos y todas el derecho a la educación y a la cultura, sin discriminación.

La incorporación y reconocimiento de los Pueblos Originarios y Afrodescendientes garantiza el derecho a la libre expresión y preservación de sus lenguas, arte y cultura. La Constitución Política también visibiliza que el respeto y preservación de la identidad cultural “enriquece la Cultura Nacional”. El mismo documento ordena al Estado la creación de programas especiales para el ejercicio de esos derechos.

La Carta Magna previene la discriminación y ordena al Estado la creación de leyes que aseguren que ningún nicaragüense sea víctima de discriminación por su lengua, cultura y origen.

En consecuencia, el Poder Ejecutivo ha promovido ante la Asamblea Nacional, la aprobación de leyes nacionales que previenen sistemáticamente cualquier forma de violencia y discriminación, especialmente por motivos raciales, protegiendo con especial atención a los trabajadores de la cultura y líderes comunales, quienes cuentan con la protección del Estado para el fortalecimiento de las costumbres y tradiciones autóctonas, que se expresan a través del arte, la medicina tradicional y las costumbres solidarias. El Estado también protege el patrimonio arqueológico, histórico y lingüístico de la nación.

Esta Institución Nacional de Derechos Humanos, reconoce que el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional ha formulado programas, planes y proyectos que de manera transversal colocan la preservación de la identidad cultural y la promoción de esta en todos los espacios de la vida pública del país; esas políticas han sido planificadas y ejecutadas en permanente consulta con los pueblos originarios y afrodescendientes, así como otras comunidades y familias nicaragüenses, para construirlas a raíz de las necesidades, planteamientos y experiencias del pueblo. Dentro del Programa Nacional de Desarrollo Humano, el Gobierno incorporó como ejes:

  • Fortalecer el Modelo de Atención de Salud Intercultural en la Costa Caribe nicaragüense.
  • Fortalecer la implementación del Subsistema Educativo Autonómico Regional; fortaleciendo la cultura y el uso de las lenguas maternas de las comunidades indígenas y afro descendientes.
  • Continuar promoviendo la cultura de identidad de las comunidades indígenas y afrodescendientes, como parte del proceso de restitución de derechos del Caribe nicaragüense; en armonía con la cosmovisión, tradición, en un enfoque de convivencia e interculturalidad para fortalecer valores y la unidad entre los comunitari@s, articulando con las instancias municipales, regionales y nacionales.

Lo anterior, permite que los avances en materia de identidad cultural sean permanentes e institucionalizados, para su correcta aplicación y la obtención de resultados integrales que garanticen la transmisión de la identidad cultural y las tradiciones ancestrales de generación en generación.En el año 2019, la Asamblea Nacional (Poder Legislativo), aprobó la Ley para el Fortalecimiento y Promoción de las Tradiciones, Costumbres y Gastronomía del Pueblo Nicaragüense como Patrimonio Cultural de la Nación, Ley 991, con el objeto de regular la protección, salvaguardia, conservación, defensa e investigación de las tradiciones, costumbres y gastronomía del pueblo nicaragüense consideradas patrimonio cultural inmaterial de la nación.La ley, fortalece los mecanismos para la preservación de las costumbres y la cultura, especialmente por la actualización permanente del Registro Nacional de Bienes Culturales, que incorpora el inventario de las Tradiciones, Costumbres y Gastronomía Nicaragüense, como bienes culturales inmateriales de la Nación, organizados por Departamentos, Regiones Autónomas y Municipios del país. La actualización de los inventarios está a cargo del Instituto Nicaragüense de Cultura con el apoyo del Instituto Nicaragüense de Fomento Municipal.

El Instituto Nicaragüense de Cultura en conjunto con el Ministerio de Educación y el Consejo Nacional de Universidades, desarrollan un programa de investigación acerca de las Tradiciones, Costumbres y Gastronomía Nicaragüense, con el objeto de profundizar los conocimientos y saberes acerca de estas manifestaciones culturales. Los resultados de este programa de investigación son publicados y difundidos entre las instituciones del sistema educativo.

Es importante destacar que, dentro del Sistema de Educación público, gratuito y universal, niños, niñas, adolescentes y jóvenes estudian las tradiciones, costumbres y gastronomía del pueblo nicaragüense, así como la apreciación y conocimientos de los bienes inmateriales, haciendo énfasis en la cultura local y regional, con un enfoque socioeducativo.

A través de programas de Economía Creativa, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, ha replanteado conceptos y centra como protagonista de la economía nacional a trabajadores y trabajadoras de la cultura, quienes elaboran artesanías, pinturas, componen piezas musicales y transmiten las coreografías nicaragüenses, esto apunta a la recategorización de la Cultura como sector productivo con múltiples impactos en la generación de puestos de trabajo, ingresos, valores, identidad y sentido reconociendo así el aporte de los sectores que fomentan la creatividad y resguardan la cultura del país, tanto individual como colectivo, generando productos y servicios que fusionan valores económicos y culturales.

El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, ha demostrado voluntad política para posicionar dentro de las principales acciones de su gestión, la preservación de la cultura y tradiciones ancestrales, vistas desde una enorme base para el aprendizaje y para aplicar lo bueno dentro de la gestión pública y el aprendizaje que reciben las nuevas generaciones. Aún más importante y efectivo por la consulta que realizan en los territorios con las familias y comunidades de hermanos y hermanas originarios y afrodescendientes, quienes transmiten sus conocimientos ancestrales a través de esas políticas gubernamentales pensadas y ejecutadas con el acompañamiento de ellos y ellas.

Como consecuencia, el Estado nicaragüense y sus leyes reflejan la diversidad cultural y su interés por preservarla intacta para las futuras generaciones, reconociendo especialmente la existencia de los Pueblos Originarios y Afrodescendientes, así como sus formas de organización territorial, previniendo de todas las formas de discriminación racial e intolerancia religiosa.

El reconocimiento de la diversidad cultural ha enriquecido las fuentes de los Derechos Humanos en Nicaragua, al garantizarlos íntegramente y acorde a las tradiciones y costumbres propias de cada territorio del país, desde todas las instituciones garantes de los derechos humanos, especialmente el Ministerio de Salud, Ministerio de Educación, Ministerio del Trabajo, Ministerio de la Mujer y la Policía Nacional.

La garantía de los Derechos Humanos también a conducido al fortalecimiento de una Cultura de Paz que previene la violencia y la discriminación, pero que también promueve la diversidad cultural y enorgullece a cada nicaragüense por las grandes tradiciones y la cultura propia que fue creada hace años por antepasados y que sigue inspirando hoy en día cada proceso social, político y económico del país.

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