En ocasión del Día del Niño y la Niña la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) consideramos importante y preciso reflexionar sobre los principios fundamentales dictados en el Código de la Niñez y la Adolescencia, los que con frecuencia son omitidos en la vida cotidiana e institucional.
En su Art. 7, señala el deber de la familia, la comunidad, la escuela, del Estado y la sociedad en general, (….) en asegurar con absoluta prioridad el cumplimiento de los derechos y garantías de las niñas, niños y adolescente, en la vida diaria, en la convivencia familiar y comunitaria. Así también en su identidad, nacionalidad, salud, alimentación, vivienda, educación, medio ambiente, deporte, recreación, profesionalización, cultura, dignidad, respeto y libertad.
Por otro lado, están las medidas que deben tomar las instituciones públicas y privadas de bienestar social (….) en garantizar los derechos, los cuales deben ser basados, como principio primordial en el interés superior de la niña el niño y el adolescente, (Art.9). Es decir: “todo aquello que favorezca su pleno desarrollo físico, psicológico, moral, cultural, social, en consonancia con la evolución de sus facultades que le beneficie en su máximo grado. (Art.10).
Con base en estos principios, hacemos un llamado a toda la sociedad a la participación en la deconstrucción de la hegemonía adultista de nuestra sociedad, y al reconocimiento absoluto de los derechos de niñas niños y adolescentes, en cada uno de los espacios de la vida: doméstico- familiar, comunitario, institucional.
Dada la importancia de la imitación en la socialización de niñas niños y adolescentes, padres, madres y tutores, al igual que autoridades escolares y docentes, estos tienen la responsabilidad de ejercer un buen ejemplo, modelando nuevas relaciones de respeto y fraternidad, para erradicar la violencia en los hogares y la escuela. Se debe empezar con el trato respetuoso entre adultos y hacia niñas niños y adolescentes.
Hacemos un especial llamado a las autoridades educativas, para que mantengan una actitud vigilante y protectora de la integridad física, síquica y sexual de niñas niños y adolescentes en las escuelas, y se cumpla el rol protector y formador de las mismas.
Hacemos énfasis especial en las autoridades, así como a los y las servidores públicos que trabajan en las instituciones de protección de la niñez: Comisaría De la mujer y la niñez, MIFAN, MINED, MINSA, etc. que cumplan con su rol de garantes de los derechos de nuestra niñez con celeridad y trato humano.
A los medios de difusión, convocados a ejercer su rol educativo, recreativo e informativo, que lo realicen con respeto y responsabilidad, promoviendo valores constructivos en nuestra sociedad para revertir o reducir el daño de los mensajes mediáticos a la niñez y adolescencia.
Cumpliendo estas pautas, los derechos y la felicidad de nuestras niñas, niños y adolescentes dejarán de ser aspiraciones, y podrán concretarse en nuestra vida nacional.
¡Que vivan las niñas y niños, que vivan las y los adolescentes Nicaragüenses ¡